Me gusta cuidar, y puedo seguir cuidando a los demás, pero seguir cuidándome yo, primero yo,
Desde Madrid, hemos contado con la colaboración de María Ángeles del Horno Martínez quien nos ha explicado su experiencia como cuidadora y su paso por el programa.
Cuéntanos por qué llegaste a Cuidadanas
Me hablaron de Cuidadanas en un taller que hice hice un día de “búsqueda de empleo”, Elena nos contó de que iba, y vi la luz. Me había estado dejando de lado a mi misma, había priorizado el cuidado de los demás y mi búsqueda de empleo y cuando me hablaron de Cuidadanas descubrí una oportunidad muy buena para aprender a cuidarme yo.
¿Qué te animó a venir?
Como te decía, en ese momento estaba de bajón y eso que suelo ser bastante positiva y resiliente, también porque tengo muchas cosas a mi favor, la familia que siempre me apoya y un techo… tengo lo básico y al final por tener esas necesidades básicas cubiertas, pues nunca me había encontrado en esa situación, hasta ese momento.
Me ayudó a reconocer mi situación y retomar el tema de los cuidados, dándome también la oportunidad de conocer mujeres en la situación de cuidados y de entablar relaciones humanas, que lo necesitaba mucho. Me obsesioné tanto con la búsqueda de empleo que fui dejando de lado a mis amistades.
¿Qué has cambiado en tu vida para situarte también en el centro de tu cuidado?
Retomar el contacto con las personas de mi alrededor, y establecer de nuevo relaciones de calidad porque me sentía muy fuera, me sentía muy fuera, incluso conmigo misma. Empecé a creer en mi de nuevo y eso me hizo sentir más fuerte. De esta forma pude volver a ayudar, a mí me gusta ayudar, no solo por hacer sentir bien a la otra persona, sino por ayudarme a mí también. No solo se trata de recibir, sino de dar.
¿Cuáles consideras tus logros más destacados?
He aprendido a conocerme mejor y a reflexionar más sobre mi misma, qué es lo que me gusta de mi, y qué quiero cambiar. He aprendido a conversar conmigo. Porque me conocía, pero no tanto.
Además me han ayudado mucho a aprender a ser constante y a lograr estar activa en los talleres, a comprometerme día a día. He tenido ganas de seguir aprendiendo y mantenerme activa. Me sorprendió el seguir online las clases, y ahora, la verdad, es que sigo manteniendo muchas actividades así.
Hablemos de dificultades….¿Qué obstáculos te has encontrado en este camino?
Al principio lo digital, yo conocí el proyecto en la época de pandemia, así que tuve que aprender, yo lo intentaba y gracias a la ayuda me resulto finalmente fácil.
También, el descubrir que no tenía la paciencia que creía, yo pensaba que era muy paciente y me di cuenta de que no, soy una persona muy nerviosa. Tenía una imagen de mí en parte equivoca, pesaba que me conocía mejor y eso me hacía sentir frustrada. Con el proyecto me he ido conociendo más. He conseguido identificar muchos de mis problemas emocionales con Cuidadanas, hasta entonces no me había planteado escucharme porque yo no estaba acostumbrada a ese tipo de actividades y talleres, pero poco a poco fui aprendiendo.
Y con todo esto se juntaba una frustración muy grande que tenía por no encontrar trabajo. En un momento se me acabaron los recursos y gracias a Cuidadanas he cambiado el enfoque de buscar el trabajo, o sea la perspectiva, me he permitido conocerme a mí, reflexionar sobre mis metas y objetivos y luego ya buscar las ofertas. Reciclarme día a día.
Y ahora, ¿qué retos te has planteado?
El seguir, el no dejarme yo a mi misma, el cuidarme. Me gusta cuidar, y puedo seguir cuidando a los demás, pero seguir cuidándome yo, primero yo, darme prioridad y ser sincera conmigo misma. Más sincera y honesta.
¿Qué le dirías a una mujer cuidadora, en una situación parecida a la que tú tenías?
Que se quiera y que se cuide. Más breve imposible. Que sea ella misma, siempre, en lo bueno y en lo malo, y que si se cae no pasa nada, porque tenemos derecho a caernos y a levantarnos y pedir ayuda si lo necesitamos, tenemos ese derecho a no ser perfectas y aprender.